martes, 14 de abril de 2009

EL EPS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO



Ante la crisis que plantea el cambio climático, nuestro país, que aporta aproximadamente 430 millones de toneladas de CO2 anuales a la atmósfera, se ha comprometido junto con otros países a reducir las emisiones generadores del efecto invernadero.
La generación de energía es una de las principales fuentes de estos gases. El sector de la edificación en México contribuye con 21.7 millones de toneladas de CO2 al año, por esto cualquier esfuerzo canalizado a su ahorro de energía redunda en “beneficio”.
Se ha notado que la energía que se consume para acondicionar el ambiente de la vivienda es muy significativa y por ello al aislamiento térmico tiene una función prioritaria.
El gobierno de México está comprometido tanto con el ahorro de energía como con ambiciosos programas de construcción de vivienda.
El aislamiento térmico en techos y muros reduce notablemente la carga térmica y por lo mismo el consumo de energía para mantener una temperatura confortable. El costo del aislamiento se amortiza en corto plazo (2 años máximo) por la reducción en el consumo de energía eléctrica.
No menos importante es lograr que la vivienda sea habitable. Antiguamente los muros y techos gruesos y espacios altos proporcionaban cierto aislamiento térmico, pero los métodos de construcción modernos, requieren del complemento que es el aislamiento térmico para garantizar un mínimo confort y habitabilidad.
El poliestireno expandido en forma de placa, es el material aislante ideal para complementar los sistemas de construcción que se utilizan en México. Se fabrica en plantas ubicadas en las principales ciudades del país, y es el más económico considerando sus propiedades físicas, su versatilidad y facilidad de instalación. Muchos fabricantes cuentan con el sello FIDE y con certificación ONNCCE que son exigidos por CONAVI, CONUEE, INFONAVIT y AEAEE en sus programas de construcción.
El EPS es una espuma rígida formada por celdas cerradas que contienen aire, no pierde su cualidad aislante con el tiempo y es totalmente reciclable. La materia prima es un derivado del petróleo y es fabricada en México, por POLIOLES e IDESA.